Lo que callamos los ciclistas – Otro chorizo intenta robar una bici y es nuestra culpa

Pocas veces camino y de las que camino, me toca estas situaciones de tener que enfrentarme a un ladrón de bicicletas.

Paso por la puerta de un restaurante y veo alguien muy sospechoso cerca de una bicicleta, mi radar anti chorizo se activa camino 20 metros y le pido a mi mujer que me espere con el perro. Vuelvo y oh sorpresa se me acerca de manera amenazante, en mi mente “Me voy a tener que liar a ostias”.

No soy participe de tomar la justicia por tus manos y pegarle a un chorizo, no es mi solución. Le comento al ladrón de que es la bici de un amigo. Me manda a la mi@€da verbalmente y con signos. Se aleja y coge “su bicicleta” y se retira, con una peineta por el camino y en contra sentido.

Ya más tranquilo, veo que el candando es para romper en 10 segundos. Y mi amor por las bicis me pide que no puedo dejarla, ya que el chorizo, probablemente volverá. Entro al restaurante y no aparece el dueño.

 

Opciones.

• Me acerco a la Policía, no pueden hacer nada, la bici esta “candada”.
• Ponerle una U con un cartel, de momento la más lógica, pero mi U no es tan grande para rodear el árbol.
• Cortarle el candado, con un cortaúñas y dejarle un cartel, me arriesgo a que me acuse de robo

Luego de 20 minutos aparece el dueño .

Ladrón nivel principiante.

Unos vecinos, me comenta que el ladrón ya estuvo intentándolo robarla, y que ya había vuelto, asumo que fue a traer llaves Allen. Debe de ser nuevo en el tema de robar bicicletas. Cualquier chorizo tiene unas pinzas y cortaría el candando en segundos.

Nuestra culpa

Si, debemos de ser responsables y encadenar nuestras bicicletas con candados buenos, de nada sirve una bicicleta de 1 000€ con un candando de 10€. No hay que gastarse una fortuna para asegurar la bicicleta, por unos 50 € vamos bien, te recomiendo revisar la comparativa de candados en link.

Ya vamos dos bicis salvadas .