En Barcelona, estamos experimentando una nueva forma de protesta por parte de los taxistas, con bloqueo de la Gran Vía (una de las principales arterias de la ciudad Condal). La protesta es sencilla, aparcar los taxis en la vía pública, bloqueando el tráfico de la ciudad.
No voy a entrar a discutir si el motivo de la protesta está justificado o no. Simplemente quiero dejar en evidencia como el vehículo vuelve a tener un papel protagónico y central en nuestra sociedad.
Por ejemplo: el barco de ayuda Open Arms ha sido bloqueado y no puede salir del puerto de Barcelona a brindar ayuda humanitaria, naturalmente la gente salió a protestar a las calles, con sus herramientas: pancartas, megáfonos y sus ideales. La repercusión que ha tenido ha sido media, es más puede que no te hayas enterado de la protesta.
Ahora imaginemos a esas mismas 500 personas, usando sus vehículos privados, la repercusión que obtendrían, seria distinta.
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