Mi querida bicicleta de ciudad, tantas alegrías me has dado, aún recuerdo cuando te compramos: de segunda mano, sucia y un poco oxidada, pero eso no oculto todo el potencial que tenías.
Si estas tan feliz como yo, dedícale un poco de cariño y atención: un poco de aceite, alinear esa rueda o cambiar esa cadena, tu bicicleta te lo devolverá con cientos de kilómetros.
Hasta la próxima ciclista.
Dejar una contestacion