Es lunes frió en Barcelona y toca salir para trabajar fuera de casa, empaqueto todo en la mochila: portátil, ropa del GYM y la bici, exactamente no un buen lunes, pero venga a pedalear.
Pedaleando por mi calle un coche me adelanta por la derecha reclamándome que debo de pegarme a la derecha de la calzada. Llegamos ambos al semáforo de Gran Vía, me acerco por la ventanilla del copiloto (siempre pensando en mi seguridad) y le pido que, por favor bajo la ventanilla, tenía a la hija y un pequeño perro en la parte trasera que comienza a ladra, el conductor educadamente pide al perro que se tranquilice. Perfecto veo aquí una vía de comunicación civilizada y le explico que el código de circulación no obliga a los ciclistas a ir pegados a la derecha y que podemos ir a la izquierda, siendo aún obligatorio y necesario si tenemos que girar a la izquierda.
Para mi sorpresa el acepta mi explicación, lo siguiente que me comenta es que voy sin casco, vuelvo a argumentarle que el casco solo es obligatorio en: vías interurbanas y a menores de 16 años.
De manera tranquila me dice que es por mi seguridad, le explico que en un accidente entre un coche y bici en la ciudad, el casco no protege, parece aceptar mi explicación.
Finalmente me comenta que su esposa es ciclista, le invito a que venga a la Massa Critica y aprenderá a circular por la calzada y conocer nuestros derechos como ciclistas en la ciudad. Sin darme cuenta el semáforo está a punto de cambiar a verde. Nos despedidos de manera educada y de buen rollo.
Siempre trato o intento no confrontarme con los conductores, recordar la frase.
Un saludo y feliz lunes a todos.
Referencias:
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